La disfunción eréctil (DE) se asocia a menudo con el proceso de envejecimiento. Sin embargo, es fundamental reconocer que, aunque la frecuencia de la disfunción eréctil aumenta con la edad, no es una consecuencia inevitable y puede tratarse independientemente de la edad del hombre. Curiosamente, la disfunción eréctil puede ser el resultado de cambios fisiológicos que se producen como parte del proceso de envejecimiento, pero también está influida por factores culturales, sociales y psicológicos.
Los estudios proporcionan pruebas convincentes de que la disfunción eréctil es frecuente en los hombres mayores de 60 años. Por ejemplo, un estudio reveló que la DE afectaba al 2% de los hombres de entre 40 y 50 años, pero esta cifra se disparaba al 17% en el caso de los hombres de entre 60 y 70 años. Cuando los hombres alcanzaban los 70 años, casi dos tercios sufrían disfunción eréctil. Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), la prevalencia de la DE es la siguiente: 12 por ciento de los hombres menores de 60 años, y un aumento significativo hasta el 22 por ciento de los hombres de 60 años.
Con la edad, los hombres son más propensos a sufrir problemas de salud y a tomar medicamentos que aumentan la probabilidad de padecer disfunción eréctil. Las afecciones que bloquean el flujo sanguíneo al pene, como el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) y la diabetes, se encuentran entre las causas más comunes de disfunción eréctil en los hombres mayores. En algunos casos, la causa puede ser una vena defectuosa que deja salir la sangre del pene con demasiada rapidez.
A medida que los hombres envejecen, pueden experimentar un descenso natural de los niveles de testosterona, lo que puede contribuir a la disfunción eréctil. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la testosterona baja es sólo uno de los muchos factores que pueden causar o contribuir a la disfunción eréctil, y no todos los hombres con testosterona baja experimentarán disfunción eréctil.
La disfunción eréctil es frecuente en personas de edad avanzada, ya que comparte factores de riesgo subyacentes con la enfermedad vascular. Entre ellos se encuentran la hipertensión, la diabetes mellitus (DM), la hiperlipidemia, el tabaquismo y la obesidad, todos ellos más frecuentes a medida que se envejece.
La disfunción eréctil aumenta con la edad, afectando aproximadamente al 40% de los hombres a los 40 años y a casi el 70% de los hombres a los 70 años. Además, más del 50% de los hombres padecen disfunción eréctil en algún momento, lo que indica una clara correlación entre el avance de la edad y la probabilidad de sufrir disfunción eréctil.
No todas las disfunciones eréctiles son iguales y su gravedad puede variar considerablemente. La prevalencia de la disfunción eréctil moderada aumenta lineal y lentamente con la edad, mientras que la de la disfunción eréctil completa aumenta exponencial y rápidamente. Es importante que los hombres y sus médicos distingan entre estos tipos de DE para garantizar un tratamiento adecuado y eficaz.
La Encuesta de Salud Comunitaria del Área de Boston afirma que la DE afecta al 52% de los varones de entre 40 y 70 años. Con una trayectoria ascendente, el porcentaje se eleva a más del 70% a los 70 años, lo que muestra una clara tendencia al aumento de la prevalencia de la DE en los varones de más edad.
En definitiva, las pruebas demuestran que la DE es realmente frecuente en los hombres mayores de 60 años.
Sin embargo, el aumento de la prevalencia no debe ser motivo de desesperación.
Las revisiones médicas periódicas y una comunicación abierta con los profesionales sanitarios pueden ayudar a los hombres a abordar esta afección con mayor eficacia.